Último tifo en la Grada Norte (Fuente: fcstpauli.com) |
No pudo ser. El Borussia Dortmund se impuso
por un claro 0-3 al St. Pauli y certificó su pase para los octavos de final de
la DFB Pokal con goles de Immobile, Reus y Kagawa. Los piratas lo estuvieron
intentando hasta el último minuto y contaron con algunas buenas ocasiones, pero
Langerak terminó el partido con su portería imbatida.
En los prolegómenos del choque se mostró un
enorme tifo con el escudo del equipo en la Nordkurve, que será demolida como
parte de las obras de remodelación del estadio, y el ambiente en el Millerntor
era prueba de que nos encontrábamos ante uno de los grandes partidos de los
últimos años. La posibilidad de eliminar
de la copa al subcampeón liguero no se
da todos los días.
El BVB salió desde el primer minuto con una
determinación muy ofensiva y dominó toda la primera mitad de principio a fin.
Kagawa e Immobile fueron quienes más peligro crearon a Tschauner con llegadas
constantes, y en el minuto 18 ya hubo un gol anulado del italiano por posición
antirreglamentaria. Tras media hora de juego parece que el temporal amainaba y
los de Meggle salieron de su campo y comenzaron a llegar a las inmediaciones
del área rival, pero justo en ese momento llegó el tanto del italiano a pase de
Kagawa, que le dejó el balón simplemente para empujarlo al fondo de la red.
Marco Reus tras el 0-2 (Fuente: fcstpauli.com) |
Gonther a punto estuvo de empatar al saque de
un córner, pero el portero desvió su cabezazo en lo que fue la jugada más
peligrosa del St. Pauli en los primeros 45 minutos de encuentro. Los de Klopp
seguían con el acoso a Tschauner, y poco antes del descanso Reus marcó el 0-2 a
pase de Immobile en una jugada parecida a la del primer gol. Durante el
descanso, Meggle decidió dar entrada a Kalla en lugar de Startsev y, con la
relajación del BVB, el St. Pauli comenzó a llevar las riendas del partido. Sin
crear demasiado peligro, evitó que el Dortmund se lo hiciera, y diversos tiros
de Kringe y Daube más alguna internada de Rzatkowski, obligaron a Langerak a
trabajar. Por desgracia, el gol llegó por parte visitante tras un mal despeje
de Tschauner, que permitió a Kagawa superarle en un mano a mano a pocos minutos
del final.
El desenlace final era el esperado, pero el
equipo demostró en la segunda parte que puede hacer un buen juego si se lo propone;
en la parte negativa está la lesión de Verhoek, que tuvo que ser sustituido
tras ser arrollado por Langerak y no recuperarse. El próximo sábado el equipo
visita a un Núremberg que aún no ha encontrado su papel en la categoría tras
descender el pasado año, y debe puntuar si no quiere volver a verse inmerso en
el descenso directo.