miércoles, 29 de octubre de 2014

St. Pauli 0-3 BVB: Klopp no da opción a la sorpresa

Último tifo en la Grada Norte (Fuente: fcstpauli.com)
No pudo ser. El Borussia Dortmund se impuso por un claro 0-3 al St. Pauli y certificó su pase para los octavos de final de la DFB Pokal con goles de Immobile, Reus y Kagawa. Los piratas lo estuvieron intentando hasta el último minuto y contaron con algunas buenas ocasiones, pero Langerak terminó el partido con su portería imbatida.

En los prolegómenos del choque se mostró un enorme tifo con el escudo del equipo en la Nordkurve, que será demolida como parte de las obras de remodelación del estadio, y el ambiente en el Millerntor era prueba de que nos encontrábamos ante uno de los grandes partidos de los últimos años.  La posibilidad de eliminar de la copa al subcampeón  liguero no se da todos los días.

El BVB salió desde el primer minuto con una determinación muy ofensiva y dominó toda la primera mitad de principio a fin. Kagawa e Immobile fueron quienes más peligro crearon a Tschauner con llegadas constantes, y en el minuto 18 ya hubo un gol anulado del italiano por posición antirreglamentaria. Tras media hora de juego parece que el temporal amainaba y los de Meggle salieron de su campo y comenzaron a llegar a las inmediaciones del área rival, pero justo en ese momento llegó el tanto del italiano a pase de Kagawa, que le dejó el balón simplemente para empujarlo al fondo de la red.

Marco Reus tras el 0-2 (Fuente: fcstpauli.com)
Gonther a punto estuvo de empatar al saque de un córner, pero el portero desvió su cabezazo en lo que fue la jugada más peligrosa del St. Pauli en los primeros 45 minutos de encuentro. Los de Klopp seguían con el acoso a Tschauner, y poco antes del descanso Reus marcó el 0-2 a pase de Immobile en una jugada parecida a la del primer gol. Durante el descanso, Meggle decidió dar entrada a Kalla en lugar de Startsev y, con la relajación del BVB, el St. Pauli comenzó a llevar las riendas del partido. Sin crear demasiado peligro, evitó que el Dortmund se lo hiciera, y diversos tiros de Kringe y Daube más alguna internada de Rzatkowski, obligaron a Langerak a trabajar. Por desgracia, el gol llegó por parte visitante tras un mal despeje de Tschauner, que permitió a Kagawa superarle en un mano a mano a pocos minutos del final.

El desenlace final era el esperado, pero el equipo demostró en la segunda parte que puede hacer un buen juego si se lo propone; en la parte negativa está la lesión de Verhoek, que tuvo que ser sustituido tras ser arrollado por Langerak y no recuperarse. El próximo sábado el equipo visita a un Núremberg que aún no ha encontrado su papel en la categoría tras descender el pasado año, y debe puntuar si no quiere volver a verse inmerso en el descenso directo.